Más allá del número exacto de
ciudadanos libres que hicieron evidente su descontento hacia el gobierno el
pasado Jueves 8 de Noviembre, es claro que si bien es un sector del pueblo,
forma parte de una minoría de rentistas frustrados por la inflación y el cepo
cambiario. Quizá la denominación mas acertada de aquel sector sea “La Gente”.
Siendo generosos con los datos de los cálculos de asistencia, las 700.000
personas que se manifestaron (numero que oscila desde los 350.000) en la
Capital Federal, lejos están de alcanzar la mayoría que obtuvo el FPV en todo
el país, 11.865.055 de personas que votaron haciendo gala de una democracia que
si bien tiene falencias, sigue creciendo mejorando la participación ciudadana.
Entonces: ¿Por qué la mayoría debiera acatar el reclamo intempestivo y
autoritario que La Gente le quiere imponer sin atenerse al juego democrático.
Lo que se destaca del mayoritario
apoyo que obtuvo el Oficialismo en las pasadas elecciones presidenciales del
2011 es la débil y desventajosa posición en la economía y la democracia. Dentro de la heterogénea
mayoría el apoyo deviene principalmente desde los sectores periféricos y no
centrales de la población. El núcleo de la sociedad siempre conserva el
pensamiento hegemónico que los medios les inoculan, tendiendo a defender a raja
tabla los intereses liberales. Y es paradójicamente en la Capital Federal donde
mayor concentración de la riqueza y por tanto donde mas se evidenció La Gente
el pasado Jueves.
¿Qué reclamaban?
Los reclamos eran varios y
difusos, no eran sintéticos y mucho menos proponían o sugerían alternativas
para sanearlos. La inseguridad, la inflación y la libertad de expresión con el
inherente reclamo a ser escuchados fueron los clichés más descollantes. Pero más
allá de la retórica televisiva, lo mas
importante de la marcha fue lo que NO se menciono de manera explícita el los pletóricos
reclamos; 3 cuestiones fundamentales que pocos se animan a reproducir del nuevo
período democrático: Las “formas” del oficialismo, la inexistencia de un candidato
opositor (Carismático) que aglutine a La Gente y la reticencia a la creciente
igualdad.
Diera la impresión la
convocatoria (Que realizó en gran parte el poder concentrado) se puede sintetizar
en el descontento de La Gente por la soberbia del oficialismo en NO constituir
una oposición que le dispute el poder, paralelamente a desempeñar su rol en el
ejecutivo Nacional. E intentaron encontrar la solución a este inconveniente al
obelisco desconociendo el juego democrático.
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