sábado, 10 de noviembre de 2012

El correlato político de la retórica televisiva


Una de las estrategias mas conocidas de la hegemonía del discurso es la ex nominación de sus intereses por medio de lo que opina o “piensa” La Gente. Cuando en verdad lo que se está haciendo es pensar por La Gente desde las redacciones donde la noticia es construida. Esta ex nominación evidencia la capacidad de manipulación de un sector de la prensa sobre un sector de la ciudadanía seducido por un discurso despolitizador supuestamente a político.

¿Quién compra el discurso? La parte más poderosa del tan mencionado mercado interno, que viendo frustrados sus deseos de pertenecer al mercado externo (entiéndase extranjerizado) abalando la teoría neoliberal de la inequidad. Pese a ser la parte del mercado con mayor poder adquisitivo, no es la que más tracción ejerce sobre la economía, ya que su alta capacidad de ahorro le permite utilizar a discreción su capital. La Gente ha dejado de creer en la política hace ya tiempo y ha empezado a creer mas en lo económico, viendo que su desarrollo individual se ha visto afectado positivamente en los últimos años. La parte que no venden en el discurso es que el desarrollo individual es corolario de las políticas (económicas) de distribución con inclusión social, que afectan a todo el mercado interno en su conjunto sin indiscriminadamente.

¿Quiénes abonan el discurso? Cuando el presidente Rafael correa quiso reformar el sector mediático de Ecuador, desvinculándolo de los grupos financieros, sufrió un intento de golpe de estado que casi termina con su vida. (http://tiempo.infonews.com/notas/medios-y-bancos-golpe-y-negocios-sucios)
En Argentina la banca Goldman sachs es propietaria del 9,11% de la acciones del grupo clarín y como todo socio puede influir dentro del directorio de la sociedad (como lo establece la ley de SA). Vale recordar que la banca estuvo implicada en la última crisis de las hipotecas subprime del 2008 y fue acusada de fraude (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1255123). Posteriormente muchos de sus directores luego pasaron a formar parte del gobierno de EEUU que los benefició con la escandalosa aprobación del millonario salvataje financiero
Es poco probable que el grupo Clarín tenga intereses contrapuestos con los de la banca internacional, y su papel dentro del mercado resulta efectivo por la influencia que ejerce no solo en La Gente sino dentro del poder político tutelado que en concomitancia recicla el relato en el ambito donde el juego democrático tiene validez.

8 N O



Más allá del número exacto de ciudadanos libres que hicieron evidente su descontento hacia el gobierno el pasado Jueves 8 de Noviembre, es claro que si bien es un sector del pueblo, forma parte de una minoría de rentistas frustrados por la inflación y el cepo cambiario. Quizá la denominación mas acertada de aquel sector sea “La Gente”. Siendo generosos con los datos de los cálculos de asistencia, las 700.000 personas que se manifestaron (numero que oscila desde los 350.000) en la Capital Federal, lejos están de alcanzar la mayoría que obtuvo el FPV en todo el país, 11.865.055 de personas que votaron haciendo gala de una democracia que si bien tiene falencias, sigue creciendo mejorando la participación ciudadana. Entonces: ¿Por qué la mayoría debiera acatar el reclamo intempestivo y autoritario que La Gente le quiere imponer sin atenerse al juego democrático.
Lo que se destaca del mayoritario apoyo que obtuvo el Oficialismo en las pasadas elecciones presidenciales del 2011 es la débil y desventajosa posición  en la economía y la democracia. Dentro de la heterogénea mayoría el apoyo deviene principalmente desde los sectores periféricos y no centrales de la población. El núcleo de la sociedad siempre conserva el pensamiento hegemónico que los medios les inoculan, tendiendo a defender a raja tabla los intereses liberales. Y es paradójicamente en la Capital Federal donde mayor concentración de la riqueza y por tanto donde mas se evidenció La Gente el pasado Jueves.

¿Qué reclamaban?
Los reclamos eran varios y difusos, no eran sintéticos y mucho menos proponían o sugerían alternativas para sanearlos. La inseguridad, la inflación y la libertad de expresión con el inherente reclamo a ser escuchados fueron los clichés más descollantes. Pero más allá de la retórica  televisiva, lo mas importante de la marcha fue lo que NO se menciono de manera explícita el los pletóricos reclamos; 3 cuestiones fundamentales que pocos se animan a reproducir del nuevo período democrático: Las “formas” del oficialismo, la inexistencia de un candidato opositor (Carismático) que aglutine a La Gente y la reticencia a la creciente igualdad.
Diera la impresión la convocatoria (Que realizó en gran parte el poder concentrado) se puede sintetizar en el descontento de La Gente por la soberbia del oficialismo en NO constituir una oposición que le dispute el poder, paralelamente a desempeñar su rol en el ejecutivo Nacional. E intentaron encontrar la solución a este inconveniente al obelisco desconociendo el juego democrático.

La derecha colectiva y la izquierda individual

Izquierdas y Derechas, una de las más viejas disyuntivas ideológicas de la sociedad moderna líquida, dos ejes muy claros y definidos de aversión cívica. Izquierdas y derechas subsisten parapetadas en anacrónicas y obsoletas formas de organización colectiva. Aunque en la práctica las agrupaciones más reaccionarias de izquierda se movilicen en conjunto y en medios de transporte público y los individuos de tendencia derechosa elijan como medio el taxi o el remis para no estar en contacto con sudorosos y malolientes cuerpos de honestos trabajadores. A la hora de construir poder, generar cohesión social y cumplimentar objetivos conjuntos, la izquierda no logra aliarse y generar consenso puesto que constantemente busca deslindarse y diferenciarse de otras agrupaciones con ideología semejante, prefiriendo así quedar escindida e individualizada. Al ahondar en el mas retrogrado pensamiento derechoso, encontramos en contraposición que a la hora de aliarse no encuentran dificultades para formar un poder concreto. Se dejan de lado los escrúpulos, la moralidad y la ética de trabajo para establecer instituciones corruptas, dispuestas a arrasar con lo que se propongan y se les interponga en su camino de quedarse con todo lo que creen propio de nuestra Republica. No traicionan de esta manera sus propias convicciones por poder, sino que es la traición para formar poder una condición sine qua non en sus más acérrimos ideales de dominación social. Como las agrupaciones de Izquierda quedan en evidente desventaja ante tan ominosa, inescrupulosa y maniquea operatoria, por una absurda intransigencia de querer discutir lo accesorio por sobre lo fundamental, son funcionales a lo que la derecha comprende a la perfección y sabe utilizar a destajo. Al no poder entonces las izquierdas, construir unidad política gracias a su prevaleciente individualismo, generan como corolario un rechazo en la población de a pié. Y es entonces cuando las internas asequibles a sus organizaciones y sus múltiples fragmentaciones conflictuales, son un puntapié exquisito para la agazapada derecha. A mediados del siglo 20’ un conspicuo general encontró una alternativa a esta taxativa división ideológica a la que decidió nombrar como Tercera Posición. Una sabía alternativa para la resolución de los conflictos sociales mediante la organización de sus individuos, anteponiendo la política a la economía capitalista.

Pensamiento clase mediática

La Maquina:

La maquina moldea la pieza y moldea la siguiente, la siguiente, y así sucesivamente  hasta que el sistema de producción en serie alcanza el numero requerido de producción diaria.
No existe la sobre producción, todo lo contrario; cuanto mas mejor. Y las piezas que la maquina produce con algún grado de defectuosidad son descartadas y arrojadas fuera del sistema de producción.
Es muy incierto el destino de las piezas descartadas. Algunos dicen que vuelven al sistema de producción sin que nadie note que la pieza está defectuosa. Otros sostienen que la pieza defectuosa es reparada y calibrada nuevamente para que vuelva a reinsertarse en la cinta de montaje; lo que es poco probable por el tiempo que ello demora. En la fábrica no hay tiempo que perder, cada minuto perdido es dinero mal gastado. Otra  versión afirma que las piezas defectuosas simplemente quedan defectuosas, sin sufrir modificaciones, y nunca cumplen el rol para el que fueron creadas. Son piezas poco frecuentes, pero piezas al fin.

            Éstas últimas son piezas sin importancia, en definitiva, ya que son minoría. De la producción total sólo un 5% de las piezas no cumplen el rol para el que fueron creadas. Pero no es problema ya que hay un 95% del total de las piezas que sí cumplen los requisitos.
            Las piezas buenas, desde el punto de vista del sistema de producción seriada, cumplen una vida útil estándar y normal, conformando magníficas invenciones en comunidad con otras piezas.


Pensamiento clase-mediático
[Cómo nos maneja y define el capitalismo]

[Ensayo satírico del individualismo y del sesgo capitalista]

Juan Pérez Grinspun, un tipo común

Desde el momento en que nací, y fui niño, me criaron en un ambiente resguardado del mundo exterior, en el que acechaba la violencia y la ira. El núcleo familiar que me resguardó de la hostilidad es un grupo conformado por 4 personas.
            La familia, es algo normal en todo el mundo. Mi familia es normal, está bien y tiene una posición económica adquirida, más o menos aceptable. Lo que en la jerga se denominaría clase-media.
            El vecino de junto es de clase media, el dueño de la fiambrería es de clase media, incluso, el policía que patrulla la cuadra, ¡es de clase media!
Mi crianza fue en una casa normal en un barrio normal.
Todos los de mi clase somos normales, somos lo estándar, lo comúnmente aceptado. Lo que me hace pensar que hay algo más aceptado y algo menos aceptado que mi posición de clase media.

Papá y Mamá me enseñaron a estudiar para poder trabajar, a trabajar para poder vivir y comer, pero sobre todo, trabajar para comprarme lo que me gusta y lo que quiero.
            Al que está un escalafón social por debajo del mío lo denomino pobre.
Por lo general, los pobres viven en las villas o en barrios marginales sumamente precarios, muy distintos al que vivo yo. Pero últimamente los pobres pueden darse ciertos lujos y adquirir las cosas materiales como las que yo tengo, Ej.: Televisión, lavarropas, remera de marca, celular, etc. Pero supuestamente sigue siendo pobre, ¿Cómo es que tiene las mismas cosas que yo? Ninguno cambió su condición de pobre o de clase media. No puedo entender como es que el pobre goce de los mismos lujos de los que gozo yo, cosa que me molesta un poco y hasta empiezo a aborrecer a esa clase, pero sin olvidarme de su condición y de compadecerla.
Así es que recuerdo que el por mas que el pobre siga siendo pobre y yo siga siendo de clase media, hay algo que nos sigue separando gracias a dios, por suerte y para mi alivio me doy cuenta que yo tengo el poder de la renta y puedo hacer uso. Escuché en la televisión que hay un nuevo televisor ultra delgado, con una nueva tecnología distinta a la anterior, posee ergonómico diseño y calidad superior de imagen, y además el pobre no lo tiene, por lo que decido comprarlo. Al salir de casa un hombre me entrega un folleto de Garbarino en el que veo un nuevo lavarropas con botonera análoga, y me encanta su diseño digital, así que decido comprarlo también. Sigo caminando y al pasar por un bar muy pituco, veo a un hombre de traje, posiblemente un accionista de una importante empresa de alfajores, que ostenta el nuevo celular con el que puedo entrar a Internet y chequear mis mails desde el tren, ya que soy un hombre ocupado y cuando llego a casa no tengo tiempo de nada, porque vivo a las corridas. Además el hombre que tenía el celular era bien parecido y usaba traje de etiqueta, por lo que si compro el teléfono que el usa, voy a tener un punto más en común con su clase, que es la tercera; la clase con mas poder adquisitivo. La clase rica.
La clase rica va de viajes a exterior y posee hermosas propiedades y lujosos autos. Algún día voy a alcanzar aquel ostentoso estilo de vida... por el momento ya tengo algo en común con aquella clase; mi teléfono celular.
Sigo caminando rumbo a mi trabajo y veo a una persona con muy mal gusto vistiendo la misma camisa que tengo puesta. ¡Que horror! Decido, por tanto, ir hoy mismo a otra casa de ropa, aunque sea un poco más caro, comprarme una nueva camisa esta vez de seda, para estar seguro de que el pobre que hoy vi no pueda comprarla.
Así podré gozar de cierta exclusividad, momentánea, pero exclusividad al fin.
Voy a seguir trabajando duro para un día poder comprarme el auto que tiene el rico de 2500 centímetros cúbicos y 300 caballos de fuerza, y que vi en el cartel publicitario de la autopista, para no viajar mas en tren, con gente que no tiene nada en común conmigo.
            Voy a sacar un préstamo inmobiliario para comprarme una casa en barrio norte para estar más cerca de la gente linda. Y, aunque me endeude un poco, voy a tratar de ir a veranear a la costa del pacífico donde soñé siempre, pasar el resto de mi vida. ¡Eso si que es vida! Voy a ser un hombre muy exitoso, como aquel hombre del bar de San Isidro.

A ser modosito, correcto y discriminador!

            Papá y Mamá me enseñaron a respetar a mis mayores, a solidarizarme con el desvalido, y a horrorizarme de la pobreza.
Mis abuelos fueron extranjeros de bien, que, durante el infortunio de la segunda guerra mundial tuvieron que partir a un país mejor. Trabajando incesantemente pudieron lograr todo lo que en su vida obtuvieron. Mis abuelos eran unos extranjeros europeos de clase baja pero laburadora. Este país les abrió las puertas brindándoles la posibilidad de empezar desde cero luego de haber tenido que abandonar su patria. Aquí hicieron suya, la patria en la que yo nací. ¡Mis abuelos si que fueron unos verdaderos patriotas! 

Hoy el exceso de inmigrantes de países limítrofes que no tienen la, obviamente, las mismas aptitudes que la de mis abuelos, está generando que las personas que sí nacimos en Argentina nos cueste conseguir trabajo. Además tenemos que aguantar que vayan a las mismas escuelas que las que vamos los de mi clase (media) que somos nativos, que vistan nuestra misma ropa, coman nuestra comida, vivan cerca de mi barrio y que tengan las mismas oportunidades. Me molesta que se me parezcan aunque sea un poco, a los de mi clase, aunque yo se que sus rasgos físicos tan disímiles a los míos. ¡Gracias a dios!, todavía algo me diferencia de aquellos extranjeros, y alivia mi conciencia.

Mis abuelos no llegaron a Argentina por tierra, llegaron por agua. Lo que hace más atractiva su condición de inmigrantes, y engalana la proeza, ciertamente poética, de su llegada. Los extranjeros que llegan de países limítrofes lo hacen en micros despintados, que llegan levantando polvareda de tierra sucia. Atestados de campesinos pestilentes con el peor hedor jamás olido. Esto lo sé porque una vez leí en un diario muy importante sobre la inmigración descontrolada, aparte vi un informe sobre la triple frontera en un programa que realiza investigaciones periodísticas profundas. En la que se mostraba la forma de vida que eligen estas personas  en sus países natales.
Cuanto más pienso en los extranjeros de hoy, y los inmigrantes de ayer, me doy cuenta del cambio de los tiempos y las conductas descarriadas de la nueva sociedad que carece de los valores que tenían las generaciones pasadas como las de mis abuelos.

Consentido altruista [cosmovisión de un amigo]

            No me interesa la política ni la economía del país. Creo que hay cosas más importantes por las que preocuparse, como el problema de los extranjeros, el precio de la entrada del boliche, y el conseguir un trabajo mejor pago.
            A papá y Mamá le molestaban los gobiernos demagogos, y por consiguiente, a mi también me molestan. Prefiero los gobiernos que se dedican genuinamente en las personas. Por ejemplo los gobiernos que se ocupan de rescatar a los mineros que quedan atrapados muchos días dentro de una mina. ¡Eso si que me parece un acto de bien! El rescate de personas que trabajan arduamente, y a quienes compadezco que tengan que trabajar en aquella profesión, muy marginada y sucia.
            De muy chico aprendí la importancia de trabajar para poder comprar una casa linda y confortable. Hoy hay muchos extranjeros que prefieren vivir bajo cuatro cartones y no comprar una casa como la gente. La gente normal.
            Me gusta cuando un gobierno tiene el magnífico y enorme gesto de regalarle una vivienda digna a una persona pobre, para que conozca que hay otra manera de vivir, y no es precisamente, la de holgazanear bajo cuatro cartones. Así puede aprender el valor del esfuerzo, el trabajo y los enormes placeres que éste brinda. Es muy necesario que esta clase de gente conozca que no se puede ser vago toda la vida. Como decía mi abuelo.

            Odio los gobiernos que les pagan a los negros, sin que hagan nada. Y a los que nos desvivimos trabajando como todos los miembros de mi familia tengamos que pagar al día, los impuestos, que por cierto son altísimos. Esa plata se las roba el gobierno para sí, y mientras tanto todos nosotros seguimos igual. Y el dueño de la fabrica de alfajores que tiene una empresa familiar de hace muchísimos años, le clausuraron el establecimiento por no haber presentado unos papeles insignificantes para blanquear la situación de sus empleados. ¡Al tipo le cagaron la vida porque ahora va a tener que pagar una multa impresionante y no sabe si está en condiciones de pagar aquella suma de dinero!.

            Mientras tanto, los gobiernos populistas y negreros apañan a la gente para que no haga nada, fomentando la vagancia.
            ¡Se podría decir que yo fomento la vagancia también!, porque cuando veo a alguien necesitado que pide una moneda para vivir, se la doy. Trato de ser lo mas solidario que puedo ya que considero que a esa persona, la moneda con la que yo me podía haber comprado un caramelo, le va a ser más útil. Es que me enternecen los buenos gestos…

Lo que está lejos es mejor, el pobre lindo y el pobre feo. Brainwashed

            Durante la terrible dictadura, mis abuelos pudieron viajar a distintas partes del mundo. Mis abuelos reconocen ahí otro punto benéfico de la severa dictadura, además de la seguridad que brindaba la mano dura. En aquellos tiempos la gente respetaba a todo el mundo y había acato ante las autoridades, si bien hay que reconocer que aquellos tiempos fueron muy violentos. Pero no importa, aunque una vez mi tío me ofreció un libro para leer, yo le agradecí la actitud y se lo negué. No tengo tiempo para andar leyendo, además no me motiva mucho indagar en el tema porque pasó hace mucho tiempo.
El hecho es que mis abuelos viajaron a Brasil, a Cuba, a España, Francia, e Italia. Aquel severo gobierno les dio la posibilidad de recorrer el mundo.
            En aquellos tiempos los había más productos importados, ya que era mucho más fácil importar con el dólar barato. Los productos importados superaban y superan, la calidad de los nacionales, que son muy berretas. Además de poseer un precio bastante atractivo, en relación con la calidad.
            En uno de los viajes de mis abuelos, les toco la suerte de visitar Sudáfrica. Un país muy lindo, con costas espléndidas, pero con mucha pobreza.
            La pobreza Africana es distinta en algún punto a la nacional, no se bien por qué, pero es distinta, es menos fea y mas enternecedora. Y además aquellos pueblos sufrieron mucho el castigo de los colonialistas que los explotaban. Poseen una cultura más rica y abundante que la de los extranjeros de los países limítrofes, lo que la hace, una pobreza más atractiva. En un punto, ¡es una cultura menos pobre!.
            Una vez escuche a una periodista en la radio que dijo que los extranjeros que llegaban a nuestro país constituían “inmigración de baja calidad”. Creo que si, es eso, inmigración de baja calidad.

Noticia: de moda; la envidia

            Un malestar que aqueja al cuerpo, nubla la conciencia, y carcome las entrañas. Toca desde dentro las fibras mas profundas del corazón generando un inmenso dolor. La razón es relegada por la fuerza y pasa a un segundo plano en la mente del ser. Pienso de manera casi instintiva y descubro mis peores miserias. El malhumor genera conflictos con los seres humanos que están en mi entorno. Desaparece la calma, la ira la venganza y las peores de las pasiones acechan a la espera, el más mínimo desencadenante puede desatar una tempestad irrefrenable que perjudicará hasta al mas Inocente.
Esto es lo que sucede cuando me doy cuenta que mi vecino se compro el cero kilómetro que yo ansíe ¡toda mi vida!, o por lo menos las últimas dos semanas, en las que me enteré que existía.
Yo lo quería primero, y no es justo que él haya podido comprarlo primero. Ese vehículo es todo un lujo. Es lo mejor que fabricó… ¡esa marca!… tan conocida… que no recuerdo bien en este momento, pero no viene al caso. El asunto es que ese modelo… ese… el cual su nombre no me viene a la mente, es el que yo quise siempre. O por lo menos hace 2 semanas atrás desde que me enteré que existía.
Un auto con mucha clase. No para que lo maneje mi vecino, que encima es de mi misma clase, pero es evidente que no puede acompañar la del auto. Básicamente le queda grande… si es eso, le queda grande, ¡enorme diría!
Solo un hombre como yo y el de la fabrica de alfajores que vi en el bar estarían a la atura de las circunstancias de manejar tamaña nave.
El eslogan del cartel publicitario de la autopista General Paz no se equivocaba. “Si cree estar a la altura de las circunstancias es el auto que le hace falta…”
Mi vecino no está a la altura de las circunstancias, pero no me importa. Me deja muy tranquilo saber, que el auto que maneja no lo hace feliz. Lo noto en su cara y lo percibo en la sonrisa, la que nunca se desvanece de su rostro, por cierto muy forzada. Después de todo, como dice el párroco de la iglesia: “Lo material no hace la felicidad”. … voy a tener que dejar de ir tan seguido a la iglesia.

            Lo único que tenemos en este mundo, que poseemos realmente, son los afectos. Las posesiones materiales no son mas que meras creaciones individualistas para impresionar a aquellos afectos.

            De vez en cuando compro el diario para informarme. Me encanta saber cuales son las últimas modas, las nuevas tendencias y lo que se va a usar en la nueva temporada.
            No le doy mayor importancia a las noticias ya que gracias a dios tengo un séquito de allegados que saben contarme que pasa en el país. Ellos leen diarios bien serios y me ahorran la tarea de tener que informarme por mi propia cuenta, teniendo que leer enormes cantidades de páginas de cargados matutinos. Es más fácil que ellos me cuenten los sucesos más relevantes en materia del país, que, si bien mucho no me importar, no viene nada mal tener una visión clara y amplia de lo que está pasando.

Generar conciencia de: “Tengo la cabeza ocupada en otra cosa”

            Cuando vuelvo estresado del trabajo me siento frente a la televisión y me informo rápidamente de los acontecimientos de mayor relevancia. Es una costumbre no muy constante, ya que mi cuerpo logra desconectarse pero mi cabeza sigue funcionando y no es muy agradable seguir atestándola con infames noticias. Lo que si es una practica usual, es mirar los programas divertidos, que no me hacen pensar ya que son carentes de contenido. ¡Me encanta la danza! Siempre quise ser bailarín de chico, pero me obligaron a estudiar y a formarme. Completé el primario y el secundario en tiempo y forma. En forma… es un decir. A lo nuestro, la danza, una de mis pasiones. Aunque no pueda practicar porque vivo a mil por hora.

No tengo tiempo más que para pensar en la cuota del lavarropas, el saldo de mi tarjeta de crédito, la cuota del celular, el precio de los cigarros y el alcohol, la factura del cable y todas esas cosas que todavía no compré, y que probablemente cuando las compre, nunca las use.

Toda oferta crea su propia demanda

            Hoy en día el total de los medios de comunicación son solventados con los aportes de las empresas privadas, es decir la pauta, a excepción de los medios públicos (que son muy pocos y son sostenidos por el estado). De esta manera se fija un convenio por el cuál el medio deberá hacer propaganda al producto de dicha empresa. La mayoría de las publicidades inventan una nueva necesidad por la cual el ser humano que esté en frente de la pantalla deberá cubrir, comprando dicho bien. Evocan y vociferan la ley de Jan Baptiste Say: “Toda oferta crea su propia demanda”.

[...] Un producto terminado ofrece, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos por todo el monto de su valor. En efecto, cuando un productor termina un producto, su mayor deseo es venderlo, para que el valor de dicho producto no permanezca improductivo en sus manos. Pero no está menos apresurado por deshacerse del dinero que le provee su venta, para que el valor del dinero tampoco quede improductivo. Ahora bien, no podemos deshacernos del dinero más que motivados por el deseo de comprar un producto cualquiera. Vemos entonces que el simple hecho de la formación de un producto abre, desde ese preciso instante, un mercado a otros productos.(J.B. Say, 1803 )


Represión

            Si hay algo con lo que realmente concuerdo con los medios de comunicación masivos es en que es necesario bajar la edad de imputabilidad. Ya que hoy en día un pibe de 10 años te puede matar y no pasa nada. Es por eso que ataco la figura construida desde algunos noticieros del pibe chorro que nos quiere matar.
            En la medida que no se reprima la inseguridad con mano dura, los ciudadanos que pagamos los impuestos vamos a seguir teniendo miedo al momento de salir a la calle, por miedo a que nos roben.
            Me resguardo en la generalización del miedo por toda la sociedad ya que se muy bien que piensa la gente.
            Si es necesario deberían implementar la pena de muerte sin ninguna duda o sino apelaremos a la justicia por mano propia.

El interrogatorio

            Cercado por afirmaciones perniciosas, no sabe más que hacer. Atenta con parapetarse en un manto de rotundas negaciones. Pero no lo dejan, como él anhela, en libertad. Todo lo contrario, continúan asediándolo con verdades deliberadamente construidas rayano con lo absurdo que encajan con las más siniestras maneras de interrogatorio.
            Sólo pasan escasos minutos cuando comienza a aceptar como ciertas, las prácticas de disuasión devenidas en afirmaciones netas, las que ofician de rubricantes han concretado su cometido.
            El desconocido cae en el infortunio que le plantean sus instigadores. Pero no es conciente de aquello, pues la labor ha surtido, sumamente bien, el efecto esperado, y la razón del individuo traspolado a la condición más básica de la supervivencia humana.
            Todos los victimarios conocen la vulnerabilidad de la mente de las personas que disuaden, y por tanto saben que en determinado momento, tarde o temprano, los convencerán. Saben muy bien como mitigar todo vestigio de intelecto inmiscuyéndose en lo profundo del ser, jugando con sus debilidades, miedos y miserias.
            Finalmente el individuo, preso de la manipulación sobre él ejercida, apaga momentáneamente el televisor, para prenderlo nuevamente al día siguiente.

Con sentir

            Siempre que salgo a bailar a los boliches, me encanta convalidar los tremebundos precios que cobran los dueños del local por consumir dentro. Muchas veces que esto ocurre, fuera en el ambito que fuera, debiéramos apelar a los postulados de la escuela marginalista, ¿Por qué no lo hacemos? Sencillo. Si yo trato de buscar precios mas bajos me van a tildar de tacaño, mesquino, etc. Sumado al terrible esfuerzo que esto implicaría, se hace imposible no convalidar precios.
            Pienso que es fácil horrorizarse por los casos de trabajo infantil o por el trabajo esclavo, ya que no requiero compromiso alguno para con la persona en situación de servidumbre.

            A veces hasta el peor agravio puede ser dicho sin que el otro se inmute si se antepone una frase que endulce sus oídos y sirva de jactancia, eximiendo al insultante de culpa alguna.
            De esta manera se puede decir cualquier cosa sin que a la otra persona le genere demasiado rechazo lo que se le dice. Apaciguando, de alguna manera, el agravio sin que suene éste tan terrible, y haciendo en ocasiones que el otro logre cambiar su opinión, aceptando lo que se le dice (¡Si al fin y al cabo era una crítica CONSTRUCTIVA!) y convenciéndolo de lo que se quiera, consintiendo nuestro pensamiento.

Consumo, luego existo

No existe momento mas capitalista llevado a la practica, que cuando uno efectúa una compra. Ahí podemos registrar de que manera el comerciante nos pseudo estafa bajo nuestro consentimiento, para obtener una plusvalía.
            Pero que resulta mas llamativo de este proceso lo encontramos cuando alguien como yo, de clase media, es puesto en la disyuntiva de optar entre dos productos de características similares. Los dos producto superan ampliamente el objetivo requerido, pero uno de ellos está hecho con mano de obra esclava y sale 3 veces menos que el otro que está hecho un país del primer mundo donde hay empleados que tienen derechos laborales, etc., y además el vendedor me dice que el producto mas barato es básicamente una “porquería” y que el otro es de mucha mejor calidad, es mas resistente y mas durable. Aunque como ya dije los dos superan los objetivos para los cuales lo necesito, ya he sido expuesto. ¿Que quiero decir con esto? Si ahora yo decido por el barato seré visto como un mezquino que no quiere pagar o peor aún, una persona que no tiene el dinero suficiente para pagar por el mas caro, cuando sí cuento en realidad con la suma para comprar ambos si desease.
            Esto va mas allá de convalidad un tremebundo precio como el de la bebida en el boliche a la noche, es mas parecido al ejemplo de la camisa de marca o el auto último modelo que me voy a comprar, tiene que ver con una cuestión de no sentirme menos persona si llevo el producto barato.

Creemos que somos libres, fingimos actuar desinteresadamente y con independencia del mundo de los consumidores, cuando en verdad nuestra “libertad” es directamente proporcional a la efectiva realidad material; para obtención de la cual relegamos libertad.
Nuestra libertad, que en realidad es libertad de consumo, está pautada de antemano por las leyes que el mercado nos otorga, imponiéndonos así, una deliberada coacción.
La libertad de elección (consumo) que nos queda a las personas de clase media nos posiciona ante una elevadísima probabilidad de fracaso, por lo que las decepciones inherentes pueden ser devastadoras para el que (desde el punto de vista del mercado) se “equivoca”. Las emociones quedan sin control y el individuo actúa sin poder mesurar sus actos y su carácter, como cuando mi tía se compró un lavarropas que al mes dejó de funcionar… nunca pudo recuperarse de aquel episodio.

El otro día, aceptando la persuasión de la publicidad mediática televisiva me decidí por ir a comprar el LCD de 32 pulgadas que ya venía pensando comprar, y que además de poseer una inigualable definición de imagen, diseño ergonómico y el tamaño justo para ubicarlo en el comedor de mi casa, me otorga estatus ante las personas invitadas que concurran a mi hogar. Lo malo del asunto es que ahora tengo la cuenta de la tarjeta de crédito al rojo vivo y estoy con el agua al cuello por anteriores compras que realicé para impresionar a mis allegados.

Mi hermano es una persona que vive para el trabajo, siempre ocupado y con obligaciones que cumplir, siempre comprando ropa de marcas caras, autos fastuosos y costosísimos viajes al exterior en los tiempos de vacaciones. Lo siempre le digo que eso no es la real felicidad, que la verdadera felicidad pasa por otro lado, no se por donde, pero por otro lado. El tiene que relajarse vivir mas desestructurado sin tantos problemas y ocupaciones. Tiene que renunciar a esa vida tan ajetreada que solo le trae disgustos y malestar, y sobre todo tiene que renunciar a las posesiones materiales que no le producen verdadero placer, debe renunciar a todo eso y dejármelo a mi.

El pasado domingo fui de compras al supermercado de la esquina para hacer las compras de la semana, como todas las semanas y descubrí que pagué todo mas barato de los que algunos periódicos informaban sobre el aumento de algunos precios, parece que tuve mucha suerte ya que con la creciente inflación, uno nunca sabe cuanto va a terminar pagando los productos que desea al día siguiente. Ya hace varios meses igual, que vengo con una importante racha de suerte, porque pago los productos al mismo precio y a veces hasta mas baratos. Pero uno nunca puede confiarse con la calaña de políticos corruptos que gobiernan nuestro país, por eso hay que estar alerta y ver que nos informan los que realmente están en contacto con la realidad, periodistas y consultoras que indagan en las góndolas.

Lo que se puede decir al analizar a la clase media como un todo homogéneo, es que la mayor parte de la población de una nación es de clase media, una estructura pujante que lleva a cabo y desarrolla constantemente el sistema económico capitalista, gracias a sus medios de producción.
Cuando se habla de lo negativo de esta clase, se hace referencia claramente a su pensamiento, es decir a lo que ella piensa de si misma y no lo que realmente es. Las fluctuaciones y los vaivenes económicos ponen en constante contradicción las creencias de todos los individuos que conforman esta clase. Al tener la escueta pero real posibilidad de ascenso a una nueva clase (ya que es esta primera la que cuenta con los medios reales de producción), se plantea siempre la necesidad de seguir avanzando hacia ese objetivo y por tanto seguir produciendo dentro de la estructura capitalista de la economía de su nación.
 Pero el pensamiento como ya dije constituye la principal dicotomía en las clases medias, ya que no hay limites de enriquecimiento, ascenso y progreso dentro del capitalismo, todo lo que un individuo con los medios necesarios para realizarlo se plantee, lo puede lograr. No así las clases bajas que por estar en terrible desventaja carecen de los medios y métodos. Es entonces la idea de progreso lo que constituye a este pensamiento, basado en la infinidad.
Cuando hablo de pensamiento clase mediático es el sustento que recibe esa idea de inminente mejoría. Idea que es fogoneada desde la única realidad estructural de opinión que tiene la clase media y que son los medios con los que se informa; pilares innegables de la su condición. Ellos establecen hasta donde pueden llegar sus aspiraciones de progreso, construyendo la opinión que el individuo posee de si, o llevándolo a un plano mas universal, que la clase media tiene se si misma.
Es en esta clase donde los medios informativos penetran mas fuertemente ya que puede solventar el costo de de información, cosa que las clases inferiores no. Mientras que las mas altas son las que se encargan de informar.
La construcción de una idea, de un pensamiento, una creencia de prosperidad es todo lo que la clase media necesita para seguir desarrollando sus medios de producción dentro de la sociedad capitalista y seguir manteniendo inconscientemente la estructura económica del sistema.


Incapaz

Debo confesar mi incapacidad de critica a las cuestiones ajenas a lo esencialmente material, es decir que me es imposible criticar mas que un corte de cabello tipo de ropa y gustos particulares de las personas sobre cosas materiales. Las ideologías son conceptos demasiado complejos para que los pueda abordad mi persona








Libre para elegir

¿Que significa ser un excluido? Un excluido es una persona que elige estar fuera del sistema. Eligen no circunscribirse bajo las normas y el orden que todos nosotros acatamos, prefiriendo ser incivilizados automarginándose. No quieren formar parte de nuestra sociedad optando por volcarse al robo, el crimen y las drogas.
            Nuestra obligación entonces, para protegernos de los excluidos y protegerlos a ellos mismos también, debe ser quitarle esa libertad de elegir, que en definitiva va a ser mal utilizada por su condición. Hay que encarcelar a todos los que no quieran formar parte de nuestra sociedad democrática, de la cual no quieren ser parte, y que da oportunidades a todos los que saben aprovecharlas.
            Los excluidos va a intentar usurpar constantemente todo los que con mucho esfuerzo y trabajo nosotros hemos conseguido a lo largo de una vida de trabajo y consumismo desaforado autorizado por el sistema
            Escindidos de la sociedad,  los excluidos se desentienden de nuestros valores y nuestras costumbres alterando la normalidad en la que vivimos, impidiendo que estemos tranquilos en nuestras casas disfrutando del fulgor capitalista.
                                                                                                                  
Buscar cariño

Algunas personas saben como buscar cariño de las demás personas, incluso si estas no están dispuestas a otorgárselo. Esto no significa que van a ser queridas ni mucho menos.
         Buscar cariño es buscar una muestra de afecto de la otra persona, para lo cual hay que ser menos orgulloso. No es someterse a la decisión del prójimo sino increparlo en un desesperado intento de encontrar la muestra de cariño.
         El objetivo al que apunta toda persona que busca cariño, es ser amado por la otra persona, intentando agradarle, caerle bien siendo simpático y amable. Pero no en un acto forzado sino más bien natural y desestructurado. Surge, no como algo en lo que pensamos racionalmente sino como algo que es empujado por la necesidad y la desazón que el vacío emocional nos provoca junto con la necesidad de elevar la baja autoestima.
         Obviamente y como en todas las cuestiones humanas, hay individuos mas proclives a agachar la cabeza para recibir una caricia, subordinándose a la voluntad ajena.
         Las personas que no buscamos cariño tendemos a quedarnos solos si no nos cruzamos en la vida con otras personas que si lo buscan. Nuestra tara y ceguera nos impide darnos cuenta de la importancia que esto conlleva en todos los aspectos de nuestras decisiones personales, es decir, como encaramos la vida de aquí en más. Va a conformar un carácter agresivo, violento, incapaz de sentir, beligerante, reaccionario y resentido, que nos va a alejar aún más de la importancia que nos confiere el buscar cariño. No es simplemente otro círculo vicioso de los que se presentan en la vida de los seres humanos, ni tampoco otra contradicción pasajera; la dimensión y la importancia del no buscar cariño nos delimita como personas, nos hace como individuos y nos condiciona.
¿Qué podemos hacer? Poco puede hacerse si los efectos, que son irreversibles, de la no búsqueda de cariño han socavado cuantiosamente en el carácter del individuo. Pero si esto no ha sucedido todavía podemos tener gestos de humildad, tolerancia y empatía, que nos permitirán encontrar cariño.
         ¿Qué hay de mi? En lo que a mi respecta, no estoy dispuesto a ceder ni una cuota de mi carácter misántropo. Y toda la reflexión anteriormente realizada constituirá una mayor contradicción.
        
         Todavía puedo prescindir del sentido más amplio del significado de la palabra gregario, ya que tengo la sana televisión que siempre me acompaña. Me muestra lo que tengo que ver y no puede refutar mis pensamientos ni mis insultos. Será quien se encargue de colmar el vació que me impido que llenen las personas.







Buscar el entretenimiento

La televisión de espectáculo suele asociarse con los burdos intentos de algunos personajes de televisión para “entretener” al espectador, creando situaciones ficticias y peleas inventadas para alimentar la necesidad que los medios de comunicación suponen que tienen los espectadores. Es cierto que hay consumidores efusivos de esta clase de programas y esta forma  de buscar el entretenimiento. Es un espectáculo de la violencia dentro de todos los parámetros de la palabra, menor. Pero existe un espectáculo mas grosero y mas morboso, que es el de mostrar situaciones de violencia mas explicita como ser represiones policiales, peleas callejeras, choques automovilísticos, etc. Que para lo único que sirve es para generar una emoción violenta en el espectador o según reaccione, un sentimiento paralizador que comúnmente se denomina miedo.
            Existen como todo, consumidores inherentes a la beligerancia mediática de fogonear la violencia mas explicita. Son individuos que descargan todo sus sentimientos de violencia mirando atentamente la pantalla sin despegar por un segundo sus ojos. Una manera de buscar identificarse con el sentimiento de ira que todos los seres humanos tenemos.
            Es por eso que cuando los medios de comunicación no cubren este tipo de episodios aberrantes para cualquier persona con sentido común, puedo llegar a reventar.

La inmediatez
                                                                                                                  
El capitalismo normaliza la inmediatez y la convierte en un hábito de la vida cotidiana. Comenzamos a pensar inmediatamente en que todo debe ser inmediato; respuestas, soluciones políticas, etc. Incluso el capitalismo no solo avala la inmediatez sino que se constituye sobre ella, un ejemplo claro son los créditos bancarios para que obtengamos hoy lo que queremos y lo paguemos sabe dios cuándo y a que costo. Lo que importa es la posesión inmediata de ese bien, mientras que la previsión pasa a un segundo o tercer plano, relegada y escindida como si formara parte de una acción aparte.

Todos los productos basura que hoy consumimos sin cuestionar su cualidad de “basura” es porque son artículos que han sido naturalizados hace muchísimos años y convertidos en estructurales de nuestra vida. Si bien puede que al principio haya sido difícil introducirlos dentro de un mercado reacio, la publicidad se encargó de naturalizar su aspecto basura para que los podamos consumir sin cuestionarnos siquiera como son fabricados. Es seguro que los productores estén gastando, hoy día, mucho más en la publicidad del producto, que en su propia producción, ya que no importa lo que nos venden, sino como nos lo venden.

Cuando los medios de comunicación ya no puedan resaltar las cosas que aún faltan hacer por parte del gobierno, van a volcarse a ridiculizar lo hecho y a denostarlo por la forma en que se hizo en su momento sin importar el debate totalmente accesorio de la cuestión.

Libertad de elección

Yo, que privilegio y considero que el esfuerzo individual es lo único que importa en nuestras vidas capitalistas, no soporto a su vez que existan gobiernos que repartan la riqueza que a mi me cuesta tanto alcanzar y se la otorguen a, los que sin hacer nada, viven como reyes a costa nuestra, con beneficios sociales que no tienen ninguna razón de ser. Los que trabajamos día a día para comprarnos todo lo que utilizamos sabemos que no hay otra manera sin robar que tener lo que deseamos; cuando los pobres son mas valorados que el ciudadano normal que vive y trabaja lo propio.
            Entiendo que haya un estrato social muy bajo que deba ser mantenido por su incapacidad de trabajar, pero cuando esto se extiende a las mayorías pobres, se hace terriblemente insostenible, y nos es por envidia sino por el hecho de que cada uno elige una forma determinada de vida, en este caso los pobres la eligen por los beneficios y manutenciones por parte de los gobiernos demagógicos.
Individualismo

Cada vez somos más esquivos a la idea de integración. Vivimos atomizados dentro de nuestros seguros hogares, que nos brindan confort y protección frente a las amenazas provenientes del mundo exterior. Por ese motivo decidí comprar una computadora personal para poder conectarme con ese mundo exterior e integrarme, sin salir obviamente del lujo y confort de mi casa. Combatir el individualismo es una tarea paradójicamente personal…
Ahora si voy a poder convertirme en la persona cosmopolita que siempre quise ser, abrirme a nuevas culturas desde la comodidad de mi sillón, poder hablar con gente de otro país es una de las enormes posibilidades de integración que nos brinda la PC.
La televisión nos inyecta constantemente dosis de emoción violenta contra “ellos”, a los que tratamos de segregar mediante confinarlos en guetos y recluyéndonos “nosotros” a salvo en nuestras casas.
La inseguridad es un flagelo que ataca permanentemente a las sociedades. Si bien nunca fui victima, nunca desee serlo tampoco, es por eso que cada vez menos, salgo a la calle o a lugares donde hay demasiada gente esperando el momento para atacarme.
La presidente de la nación debería construir una pared que divida a los que somos seguros y los que atacan nuestra seguridad, para establecer un orden.

Personalidad

Cuando me preguntan ¿Cómo sos?, yo respondo categóricamente y antes que nada: soy un tipo muy autocrítico, trabajador y perseverante, reflexivo, solidario, altruista y cooperador. Siempre trato de construir en conjunto y nunca hago críticas destructivas porque las considero inconducentes. No soy ni egocéntrico ni egoísta, nunca buscaría la paja en el ojo ajeno. Pero lo que puedo estar seguro es que no soy envidiosos en lo mas mínimo y por sobre todas las cosas, soy un muy buen tipo.

Confianza

En los tiempos que corren, la confianza es un factor devaluado que perdió legitimidad con las sucesivas inquinas entre los hombres. Es una constante mirar con recelo al que tenemos al lado por temor a que nos aseste un golpe en la cabeza cuando estamos desprevenidos. Por la falta de confianza en el prójimo vivimos con recelo y susto de no poder transitar tranquilamente la calle. Vivimos armados por la dudas, en casas a prueba de motines externos y siempre con el celular con el 911 agendado para agilizar.
Todo puede tornarse gris de sopetón y siempre hay que estar consiente y alerta del accionar extraño de los periféricos. Es mejor prevenir que curar dice un proverbio milenario, pero de lo que estoy seguro que nunca cambiará es de los valores fundamentales de las personas: el auto, la casa, la cuenta bancaria, etc. El valor del dinero y la confianza que a el le rendimos jamás en la historia modificaran su fisonomía

Respetémonos!

Lo que genera que una persona en la modernidad liquida, respete a otra, no es la cantidad de posesiones materiales con las que ésta cuente sino la creencia de que la otra persona merece ser respetada por algo en particular.
La cantidad de posesiones materiales de un ser humano no son sino, en última instancia, la “capacidad individual de subsistencia” y autosuficiencia. La raza humana linsojea esa capacidad de subsistencia en sus individuos, aunque inconcientemente, para luego gritar a los cuatro vientos: ¡Miren mi capacidad de subsistencia! ¡Miren cuan autosubsistente soy!
Alejado de todo fetichismo barato, yo reivindico y envidio la “capacidad individual de subsistencia”, lo cual es muy distinto que envidia las posesiones materiales ajenas, y además dicho de esa manera queda mucho más poético! (y fortalece mi auto justificada conducta).

La vida por televisión

La libertad ha muerto desde la conformación de los estados nación, cuando las libertades individuales debieron ser coaccionadas para posibilitar la convivencia en sociedad.

La semana pasada me fui de viaje a visitar las cierras Cordobesas. Pude haber disfrutado de la hermosa vista panorámica, del radiante sol, del canto de los pájaros en la frondosa vegetación verde primavera. Pero en cambio no pude desconectar mis oídos de los auriculares del celular y los ojos de lo que estaba observando en el Factbook, al cual actualizaba incesantemente. Padezco de una especie de incapacidad de disfrutar sin desacoplarme de los objetos tecnológicos.

Viajar

Estoy harto de subir en trasportes públicos en donde se viaja como ganado. Son transportes que mantienen con subsidios del gobierno, que pagamos todos y que son literalmente una mugre. El hedor de la gente que viaja junto con el poco espacio, hacen una combinación terrible. Me pregunto hasta cuando vamos a seguir de esta viajando de esta manera, como ganado, ¿Acaso no nos merecemos algo mejor? Después de pagar al día todos los impuestos, claro… porque esa es la otra si no pagas los impuestos inmediatamente te cortan los servicios, pero mientras tanto nadie soluciona nuestros problemas. Yo sé cuando se va a terminar todo esto, y no precisamente lo va a solucionar el ineficiente gobierno, tiene que surgir de cada uno, del esfuerzo individual, la voluntad de cada uno de mejorar y prosperar. Cuando me pueda compara el auto para el que estoy ahorrando se va a terminar todo el malestar y el horror que el transporte público me genera.

Lamento de un indignado

Estoy harto de la inflación, no puede ser que todos los productos aumenten. El gobierno frustra constantemente mi capacidad de compra, hiriendo mis sentimientos y llenando mi cuerpo de indignación. Creo que todos los indignados por este tipo de ofensas a nuestra frustrada capacidad de compra deberíamos abandonar la molicie que nuestros hermosos (pero viejos) sillones (que no podemos reemplazar por unos nuevos) nos proporcionan y acudir masivamente a las calles en señal de protesta. Es inconcebible que miles de personas de buen pasar no puedan darse pequeños lujos como son: ir de vacaciones o comprar un auto.
         Los bancos se quedan con las ganancias que obtienen de nuestros ahorros, mientras que los que trabajamos día a día para llevar el pan francés a nuestras casas no nos alcanza el dinero para vivir una vida menos pavorosa, lejos de la miseria y las carencias materiales que tienen los otros.
         Aunque pensándolo bien, no se si sería buena idea salir a protestar en contra del sistema que nos provee las comodidades que, si bien nos cuesta conseguir, son comodidades que de masificarse, perderíamos nuestro status de clase. Es preferible que el sistema siga funcionando así antes que el comunismo destruya todo lo que nos ha costado mucho esfuerzo conseguir, o que venga otra cosa, otro sistema aún no inventado en el que las necesidades que las marcas nos inventaron dejen de existir!. Esto sí que sería traumático

Hace un mes atrás hice una hermosa pileta en el jardín de mi casa, costó mucho esfuerzo pero valió la pena ya que ahora mucha gente no nunca me visitaba ahora vive en casa conmigo, además es un hermoso tema de conversación con los vecinos, un objeto preciado en los sofocantes días de calor, días que puedo fanfarronear y mofarme de aquellos que no tienen como refrescarse por ser gente de bajos ingresos. No importa que nunca termine de pagar la última cuota de los materiales que utilizaron los albañiles, o la excesivamente cara mano de obra de los obreros (que encima me parece que son inmigrantes paraguayos ilegales), que cobran un precio exorbitante por un trabajo menor. Al fin y al cabo tengo una hermosa pileta de 30 metros de largo por 10 metros de ancho con 4 metros de profundo en la zona mas honda. Pero a pesar de la felicidad que me causa mofarme del que quiere venir a casa a bañarse en ella o de usufructuar de la importancia que tiene un bien de lujo como una pileta dentro de una sociedad cada día mas fetichista, existe algo que me deja algo intranquilo y es la medianera que linda con la calle, ya que no puedo disfrutarla libre de toda preocupación pensando que alguien va a saltar el muro (que me separa de la hostilidad exterior) para asaltarme mientras me asoleo en la reposera luego de un reconfortante chapuzón.
Realmente indigna saber que en cualquier momento podemos ser victimas de la inseguridad, ni siquiera en nuestras casas podemos estar seguros y tranquilos de que nadie violará nuestra intimidad.

He decidido encarar una nueva etapa en mi vida, en la que nadie me controle en cada momento, etapa en la que no estoy subordinado a cumplir ni horarios, ni presiones de trabajo o despido, ni exigencias de ningún tipo. Ya nadie va a poder hacerme cumplir porque voy a ser yo mismo quien gestione mi vida. He decidido cambiar de rumbo totalmente virando a nuevos horizontes, ¿Qué digo horizontes? En esta nueva etapa no exísten horizontes de crecimiento, puedo hacerlo cuando quiera, y cuanto lo desee. He decidido renunciar a mi antiguo trabajo, en donde tenía un osco jefe explotador que por poco no chupaba mi sangre para venderla en el mercado negro y así enriquecerse, una persona despreciable que nunca escondía su miserabilidad ni su rolex de 1000 dólares. Asqueroso por cierto.
         He decidido vivir sin ataduras, para lo que abrí mi propio negocio un modesto kiosko en la zona cercana al centro de Ezeiza, no dudo lo exitosamente localizado que se encuentra mi emprendimiento, ya que su locución fue fruto de un extenso análisis de mercado (boicoteado por los alquileres inmobiliarios). Lloverán las ventas, hordas de personas vendrán a comprarme y lo mejor de todo serán las pletóricas ganancias que voy a obtener a cambio, ganancias que podré disponer para reinvertir (y así generar más dividendos) o utilizar para vacacionar en donde elija.
         La vida de comerciante es magnífica, hace un mes que estoy funcionado efectivamente y todo marcha de maravillas, las ventas llueven, la gente me compra por mi carisma y ya tengo fieles clientes que me rinden devoción. Todo es excelente salvo lo que tengo que pagar por el alquiler, los sueldos de los empleados o las deudas con los proveedores. De haber sabido esto me hubiera quedado en mi antiguo trabajo libre de toda preocupación y con estabilidad económica, con un sueldo fijo a fin de mes depositado puntualmente en mi caja de ahorros. Pero eso no me enoja tanto como lo que ningún comerciante hubiese previsto antes de montar su propia maquina generadora de dividendos, lo que de peor humor me pone es la porción que se lleva el fisco, fruto de mi propio sacrificio, y no es por ser individualista, sino que uno se rompe el alma trabajando para luego pagar 10.000 pesos de monotributo. ¡¡No puede ser que en este país se cobre impuesto por comprar, por consumir y por vender!! Es una ignominia a mi persona luego de trabajar 25 horas diarias…

…Simplemente pienso retirarme a vivir una mejor vida, lejos de todos los que me hacen mal (trabajadores honestos que viajan diariamente en tren para llevar el pan a sus casas, maestros honestos que enseñan por vocación, médicos que curan con amor y patriotas Argentinos) soy un tipo común, soy Juan Pérez Grinspun.